No es que importe mucho, pero que la revista Interviú haya titulado: «Loli, la ganadora de GH10…«. ¿Ganadora? ¿Ganadora de qué? ¿Me perdí algo de la anterior edición?
En fin, como digo, tampoco es que importe mucho. Lo importante es que podamos verla como dios la trajo al mundo (es un decir: se la ve en topless que ya es mucho: tiene unas muy bonitas tetas); para mí, por lo menos, porque era una de las que más morbo me daba dentro de la casa. A pesar de que dentro estuvieran Gisela, Liz o Gema, Loli para mí era especial. Tenía ese encanto de que podía ser tu novia del pueblo: la chica que siempre había querido comerse el mundo y nunca había podido escapar de la medianía. Y que una vez que consigue algo de fama, descubre que no es lo suficientemente fuerte para vivir expuesta a los focos. ¿A cuántas conocéis como ella?
Dentro del concurso se desinfló. Es decir, creo que todos estamos de acuerdo en que Mercedes Milá se pasó tres pueblos con ella cuando la echaron, pero lo cierto es que todo eso de ponerse a llorar, pidiendo que la echaran, las peleas, el no querer enrollarse con Carlos dentro del reality (aunque sí fuera, durante dos semanas; lo suficente para un par de polvos y si te he visto no me acuerdo)…
Al respecto de esto es curioso que ahora diga que ha vuelto con su novio de toda la vida (el que la dejó plantada cuando iban a casarse) diciendo que hace mucho que lo ha perdonado, cuando juraba que jamás iba a poder hacerlo. Es curioso lo que las personas nivelamos la balanza una vez que ya hemos follado con otros; nos hace pensar que le hemos devuelto al otro un poco de su medicina.
Qué ilusos.
En fin… seguiré hablando de ella más adelante en la semana, cuando publique el resto de fotos del reportaje. Seguid atentos.
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Mi plan para dominar el mundo 